Cada 24 de marzo se conmemora un nuevo aniversario del golpe que derrocó a Isabel Martínez de Perón en 1976. Uno de los objetivos de cada año tiene que ver con recordar a las 30.000 personas que fueron desaparecidas durante la dictadura militar. Hoy, el Gobierno puso oficialmente en duda ese número, reivindicado por las organizaciones de Derechos Humanos.

En el último tiempo, se ha popularizado una nueva cifra: 30.400, que incluye a personas de la comunidad LGBTIQ+, que no aparecen en ningún registro oficial de detenciones ni en las listas de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), creada por el entonces presidente Raúl Alfonsín para investigar las violaciones de derechos humanos durante la dictadura.

Esta cifra surge de un texto publicado hace casi 40 años. El activista y fundador de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) Carlos Jáuregui, se refirió a ese número en su libro “La homosexualidad en Argentina”, publicado en 1987. “No los conocimos y no los conoceremos jamás. Son solamente 400 de los 30.000 gritos de justicia que laten en nuestro corazón”, expresa el fragmento.

La teoría de Jáuregui surgió luego de un encuentro con el rabino estadounidense Marshall Meyer, un reconocido activista internacional de los derechos humanos que integró la CONADEP. Él había detectado que, sobre una nómina de 10 mil denuncias por personas desaparecidas, 400 eran de miembros de la comunidad homosexual. Asimismo, aclaraba que no habían sido secuestrados por su orientación sexual, pero sí habían tenido un tratamiento “especialmente violento” por ello.

De esta forma, la cifra no es exacta, sino que es estimativa y se utiliza a modo de denuncia activa. El número real continua siendo inexacto debido a la cantidad de detenciones que se realizaron de manera clandestina, y a los números que nunca fueron confirmados por las Fuerzas Armadas que estaban al poder.

Fuente La Nacion

24 de marzo ¿Por qué ahora se habla de 30